Amargo retorno

Que triste a sido mi regreso
fatal noticia recibí,
la mujer que tanto yo adoraba
mi pasión traicionaba con otro querer.

Al verla creí que iba a odiarla
no pude dejarla de amar
y besando a la infiel que lloraba
tuve que sus lagrimas tristemente secar.

Hoy me queda maldecir nada más
el haberme yo ausentado de aquí,
pues mi ausencia fue culpable al fin
de su fatal traición.

No podré yo perdonarla jamás,
yo la quiero y no lo puedo negar
y mi Dios ha de saberme ofrendar
el derecho a olvidar.

oy me queda maldecir nada más
el haberme yo ausentado de aquí,
pues mi ausencia fue culpable al fin
de su fatal traición.

No podré yo perdonarla jamás,
yo la quiero y no lo puedo negar
y mi Dios ha de saberme ofrendar
el derecho a olvidar.