Perdón por tus lagrimas

Tu nobleza es tanta que me besas al partir
a pesar de todo el sufrimiento que te causo,
tratas además de sonreír, como para no hacerme sentir
mal conmigo mismo, siento rabia hacia mi.

Por las ilusiones que en tu alma provoque
sin estar seguro de mis propios sentimientos
no debí de hacerlo y te busqué
en el desconcierto de mi ser
y de nueva cuanta te hice daño sin querer.

Perdón por tus lagrimas, perdóname,
he vuelto a caer en los brazos de aquella
por quien vivo y muero.

Perdón por tus lagrimas, perdóname,
pero esa mujer es la luz
de mi vida y es todo mi ser.